viernes, 10 de septiembre de 2010

En septiembre volvemos las aulas

Galicia y las demás comunidades están a la búsqueda de una educación de calidad, moderna y accesible al conjunto de la sociedad para que el Estado Español acorte las diferencias con el resto de los estados miembros de la UE, pero aún queda mucho por hacer.

Breogán Gómez Giráldez Pérez

En este mes de septiembre empezó un nuevo curso en Galicia. Miles de alumnos, unos 6000 hijos de inmigrantes, se incorporaron a las aulas: infantil, primaria y secundaria, formación profesional, ... como siempre se suscitará alguna polémica por las modificaciones de algunas disposiciones de la Ley, entre otras pequeñas cosas siempre importantes cuando se trata de la educación, como es lógico en una democracia consolidada se deberían escuchar con atención las voces de las distintas ideas.

Tanto las APAS como la dirección de los centros, en años pasados, fueron solicitando la implantación en las aulas, de nuevas tecnologías: informática, tecnología, bibliotecas bien organizadas, internet, imagen, sonido, vídeo, … que empiezan a estar presentes en la formación de nuestros alumno. Van llegando ordenadores, se van haciendo aulas de tecnología, etc. Quizá para unos toda vaya muy de prisa y para otros despacio y en dosis desiguales, incluso en los cursos de garantía social para los alumnos con especiales problemas de aprendizaje y adaptación.

También en la ciudad de Vigo hay deficiencias en esta oferta y en la de guarderías infantiles. Existen escuelas públicas que tienen Educación Infantil de 1º Ciclo (niños y niñas de tres meses a tres años) y escuelas públicas de 2º Ciclo (de tres a seis años), pero son claramente insuficientes, por lo que esa falta se está cubriendo con la oferta de la privada. Reconocemos el esfuerzo de las administraciones gallegas en esta época de crisis para arreglar lo de la masificación en la sanidad pública, lo del turismo sanitario, las bolsas de pobreza que existe entre la población “paya”, los sin techo que se van muriendo tirados por las calles o sobre esas aceras empedradas que dicen humanizan la ciudad, ….., no obstante, volviendo a lo de la Educación, existe una demanda de plazas públicas en la ciudad olívica, que la Xunta está cubriendo poco a poco, pero está lejos de satisfacer estas necesidades, por qué una importante parte de los niños y niñas vigueses, cuando sus padres y madres van a trabajar tienen que quedar con los abuelos al no encontrar una plaza en una escuela infantil pública o no tener medios económicos suficientes para pagar una escuela privada.

Una apuesta por la enseñanza pública es incuestionable y, como decía antes, en cada curso, a parte de ir introduciendo más si cabe las mencionadas Nuevas Tecnologías en las aulas, es necesaria la mejora de las instalaciones. Hace falta dotar a los centros de instalaciones modernas para que los alumnos no tengan la impresión de estar prisioneros. Hay que crear aulas de la Naturaleza (ecología, medio ambiente, ...), mejorar las instalaciones deportivas, las aulas de música, los vestuarios de los gimnasios. Todo esto contribuirá a la mejor realización de los programas educativos.

Otro tema importante es la formación profesional, son muchos los alumnos que cuando terminan el bachillerato deciden realizar un Ciclo Superior de Formación Profesional y es probablemente en este nivel de educación donde habrá que hacer mayores esfuerzos para cumplir sus deseos con una importante y bien estudiada oferta educativa. Luego también hay que solucionar lo de las convalidaciones de las asignaturas para aquellos alumnos que una vez terminado el ciclo medio (Hubo gente que realizó un ciclo medio, que no tenía continuidad, y que se equiparaba el actual ciclo superior, por asignaturas y horas de estudio, y hoy no les vale para nada) o superior que quieran seguir sus estudios en el universidad.

Una parte importante de la oferta en la formación profesional es privada y en ella habrá que pagar unos buenos euros al mes, dependiendo de la especialidad a la que se quiera optar. En cualquiera de los casos es cara, deficiente y está lejos de la satisfacer las necesidades de formación de la juventud en cuanto a la idoneidad, capacidad económica y proximidad.

Prepárense los papás, por que a esto le podemos agregar que el mes de SEPTIEMBRE supone, cada año, la vuelta al cole para los niños, maestros y los padres, supone también dejar el ocio y el desorden del verano para integrase en la rutina diaria de horarios y clases. Por otro lado está el desembolso económico, una media de 400 euracos, que implica equipar a los pequeños, y a los no tan pequeños, cuando los bolsillos aún se resienten del gasto de las vacaciones y las rebajas. En fin estamos en septiembre y acaban de comenzar las clases en la Universidad. Suerte para todos y para mi también.

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