lunes, 6 de abril de 2009

Vigo: Ciudad de los verdes, azules y ese increíble color de arena blanca

Nelly María Pérez Giráldez (Presidenta del Gripo de Ecología Cientifica de Galicia)

Cada vez más los núcleos urbanos apuestan por renovarse mediante criterios ecológicos y humanos.

Las ciudades más avanzadas que ya no quieren ser grises, sino verdes, deberían tener la increíble ubicación de Vigo, donde sus pinos y verdes llegan a fundirse con la incomparable arena de sus playas y esta, a su vez, se funde en el inconfundible azul del Atlántico, inspirando a pintores de la indudable categoría de Diego de Giráldez y sirviendo de disfrute paradisíaco de los vigueses y ciudadanos que nos visitan.

En todo el mundo estamos asistiendo a la concienciación, tanto las instituciones como sus ciudadanos, de que priorizar criterios medioambientales en la vivienda, el transporte, la producción de bienes y servicios o la gestión de los residuos no sólo mejora la calidad de vida, sino que también permite hacer frente a los grandes desafíos ecológicos de la humanidad, como el cambio climático o la energía.

La mitad de la humanidad vive hoy día en zonas urbanas, en algunos lugares, como Europa, cuatro de cada cinco personas son urbanitas. Por ello, las ciudades tienen cada vez más responsabilidad frente a los desafíos medioambientales. Algunas de ellas han empezado a asumir el reto, introduciendo medidas para reducir los residuos, mejorar la calidad del aire, potenciar la movilidad sostenible, … o ampliar las zonas verdes, convirtiéndose así en un ejemplo para el resto de grandes urbes.

Dentro de Vigo un ejemplo es Coia, y dentro de esta la Avenido de Castelao, donde la práctica totalidad de los habitantes cuenta con zonas verdes próximas a su vivienda. Quizás se debería tener en cuenta, para que sirva como estímulo y modelo para las demás urbanizaciones que se lleven a cabo. Hay otras con características aprovechables en Murcia, Pamplona, Sabadell, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza, pero ninguna de ellas llega a los estándares medioambientales de mi barrio. En todo caso siempre hay cosas que mejorar, tanto en mi barrio como en Vigo, y me refiero a la necesidad de poner en marcha una serie de ambiciosos programas para mejorar la calidad del agua y el aire urbano, reducir la contaminación acústica o proteger la biodiversidad. A la hora de combatir el cambio climático, se que el alcalde -además tiene una responsabilidad importante en esta materia-, está tomando medidas para que progresivamente se mejore, no obstante habrá que esperar a que se dejen de utilizar combustibles fósiles - Vigo tiene todo para abastecerse por completo de energías renovables-, de manera que a mediados de siglo las grandes urbes se conviertan en "ciudades de carbono cero". Mientras tanto es necesario conseguir mejorar la calidad del aire, reduciendo las emisiones de CO2, o apostar por la movilidad sostenible, donde todos los ciudadanos cuenten con un eficiente sistema de transporte público cerca su hogar.

Quisiera exponer un caso que me había comentado mi tío José María, modélico y prueba histórica de que las transformaciones "verdes" a gran escala son posibles: Curitiba, en Brasil. En 1972, el arquitecto y urbanista Jaime Lerner se convirtió en alcalde de esa su ciudad natal. Los cambios que planteó fueron de tal calado que en 2002 fue nombrada como una de las cinco ciudades más modernas del mundo. Entre otras medidas, Lerner, puso en marcha un eficiente sistema de autobuses urbanos que hoy día es utilizado por las tres cuartas partes de su población (2,2 millones de habitantes); y creó espacios verdes en zonas que hubieran acabado convirtiéndose en suburbios marginales, etc. También la capital de Islandia, Reikiavik, ha demostrado que abastecerse por completo de energías renovables es posible, al contar con autobuses con combustible de hidrógeno y suministrar calor y electricidad a sus ciudadanos a partir de la energía geotérmica e hidráulica.

Asimismo, en Estados Unidos, país que no firmó en su momento el Protocolo, llaman la atención los ejemplos de la ciudad de Austin, Texas, que se está convirtiendo en uno de los principales referentes mundiales en producción de equipos solares; o Chicago, donde sus responsables están invirtiendo cientos de millones de dólares para revitalizar sus parques y transformar sus edificios en más ecoeficientes.

En Vigo creo que se están replanteando algunos patrones:

En todo caso es necesario un mayor aprovechamiento de las viviendas y locales –no se debe, como decía Encarna Álvarez en un artículo, dejar que se deterioren, sin aprovechrar, los edificios consolidados y sus actividades en los APR, sin darle un uso mientras no se desarrolla el planeamiento previsto-, de manera que se reduzca el consumo de suelo, infraestructuras y demás recursos. Opciones múltiples para reducir, reutilizar y reciclar, y una población concienciada que las asuma. Movilidad urbana mediante la inversión en infraestructuras que permitan un transporte público viable. Cogeneración de electricidad para que los ciudadanos también puedan producir su propia energía, así como sistemas que permitan transformar los residuos en energía. Mejora de la calidad de vida de los ciudadanos mediante un aire más limpio, un mayor acceso a los servicios y una mayor atención a la producción local. En este sentido, es conveniente plantearse que los nuevos diseños urbanos tengan en cuenta las ciudades como completos ecosistemas más autosuficientes, una idea que se está llevando a cabo en las denominadas "ciudades de transición".

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