viernes, 10 de abril de 2009

La historia política desconocida, para algunos, de A Cañiza o el homenaje a una mujer precursora: María Gómez “Puri”.

Nelly Pérez Giráldez

La Cañiza municipio de la provincia de Pontevedra, es la capital de la Comarca de Paradanta. Está situado a 60 km de la capital provincial. Su economía se centra principalmente en la hostelería, la ganadería vacuna y porcina y la producción de jamones, así como cierta industria que adquiere cada vez más importancia en su polígono industrial. En la actualidad cuenta con empresas nacionales y extranjeras. Su monumento más representativo es el santuario de la Virgen de la Franqueira y los restos de un antiguo monasterio cisterciense dedicado a San Benito. Posee una población de casi 7.000 habitantes, distribuida en 9 Parroquias: As Achas (San Sebastián), A Cañiza (Santa Teresa), O Couto (San Bartolomeu), A Franqueira (Santa María), Luneda (Santa María), Oroso (Santa María), Parada de Achas (Santiago), Petán (San Xián) y Valeixe (Santa Cristina), sobre una superficie: 108,1 km².

Hoy hablaremos de la historia política de esta Villa del Jamón que dio, en Galicia, a la única mujer alcalde en la II República: María Purificación Gómez González, Puri como le llamaban en mi familia, fue condenada junto con los miembros del partido socialista fusilados en la ciudad de Vigo el 31 de octubre de 1936: Antonio Mojón Vázquez y Jesús Eugenio Pérez Pérez, maestros, Justo Moure Giráldez, propietario del Bar El Paraíso y teniente alcalde, y Tirso Gómez Freijido, industrial latonero, que tras ser sometidos a consejo de guerra fueron condenados a muerte por el “delito de Rebelión”. En este juicio llevado a cabo por los sublevados, los verdaderos rebelados contra la legalidad vigente, contra la República, también se condenó a muerte a Puri, María Gómez González, alcaldesa de A Cañiza. A ella le conmutaron la pena máxima por cadena perpetua, igual que a los que con ellos fueron condenados, en el Consejo de Guerra del 10 de octubre de 1936, mis tíos: Enrique Giráldez, concejal y Dámaso Giráldez, profesor. Además de a José Ares Sánchez, Domingo Filgueira Araujo, Jesús Eugenio Pérez Pérez, José Valeiras Rocha, Narciso Souto González, José Piñeiro Otero, Jaime Lourido Álvarez, Jesús Lourido Álvarez, Modesto Álvarez Ferreiro, Alfonso Teijeira Vázquez, Germán Teijeira Moure, Enrique Souto González, José Vázquez Álvarez, Julio Faro Iglesias, Rafael Vázquez Estévez, Antonio Álvarez Ferreiro, José Gil Álvarez y Américo Troitiño Vázquez, todos ellos vecinos de la Cañiza. La moraleja es que ese veredicto había contado con el voto en contra del presidente del Consejo por no encontrar gravedad en los hechos demostrados, recomendando reclusión perpetua. Como podemos ver a algunos le comutaron la pena de muerte por la de cadena perpetua, pero a los otros los fusilaron.

No hace mucho tiempo los familiares y amigos de los fusilados de A Cañiza celebraron un acto, de justicia, para devolver la dignidad a estos homenajeados y para cerrar un capítulo de silencio que ya ha durado demasiado, más de 70 oscuros años.

María Purificación Gómez González

María Purificación Gómez González alcaldesa de la Cañiza en la II República, la única mujer que ejerció ese cargo en toda Galicia durante ese período, permaneció escondida cariñosamente en la memoria de los suyos, mientras que el régimen la hizo desaparecer de la historia. Llegó la hora de que se muestre tal como fue y de que se presente a todos para recuperar el sitio que le pertenece por derecho.

Puri nació el 6 de febrero de 1905. Era hija de Vicente Gómez, ingeniero de vías y obras, y de María González. Aficionada por la por la poesía, escribió poemas, algunos de ellos publicados en la prensa comarcal, le gustaba ir a las reuniones culturales que tenían lugar en los años veinte en la ciudad de Vigo. Su gran admiración por Don Manuel Azaña despertó su vocación política y las ideas republicanas germinaron en ella. Persona moderada y con la firme creencia de que hacía falta justicia social, trabajo, pan y educación para el pueblo. No era una revolucionaria como a pintaron, tan sólo quería mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos. Pensó que para cambiar las cosas era necesario participar de la vida política. En ese tiempo, Puri, tenía 29 años, estaba casada con José, maestro nacional de la escuela parroquial de Parada, en la Cañiza, y tenía 4 hijos, Araceli, José, Vicente y Alicia. Su fuerte personalidad y su espíritu inquieto hicieron de ella una mujer atípica en aquellos años, no por extravagante, ni siquiera por querer ser bandera de nada, tan sólo por hacer su camino independientemente de su papel de esposa y madre sin dejar de ocuparse de los asuntos domésticos. Precursora del modelo de mujer y madre trabajadora actual.

Llegan las elecciones municipales del 16 de febrero de 1936, María se presenta a la convocatoria por su partido, madre ella no sabía que el triunfo de la Frente Popular cambiaría su vida radicalmente. El 14 de marzo tiene lugar un pleno en el municipio de la Cañiza en el que se lleva una votación secreta para elegir el alcalde; su resultado da lugar a un hecho histórico en Galicia, Puri se convierte en la nueva alcaldesa con Justo Moure Giráldez, como teniente alcalde, y Enrique Giráldez Piña, concejal de Economía, que representaban al Partido Socialista. La alcaldesa era recta, responsable, honrada y trabajadora, sabía que su postura política y su condición de mujer le servían para estar en el punto de mira.

El 31 de mayo hay un gran mitin en la plaza de la villa, los oradores, entre ellos Víctor Fraiz, hablaron del “peligro fascista para la República” y de la necesidad de la unión del pueblo para defenderla. El mitin fue premonitorio de lo que pasaría el 18 de julio, el Alzamiento militar llevado a cabo contra el gobierno legítimo y democrático. A las 10 de la mañana del día 21 de julio, las fuerzas de la Compañía de Asalto de Pontevedra entran en la Cañiza haciéndose con el municipio ordenando armar a los simpatizantes del movimiento militar. En este momento Puri es detenida y trasladada a la prisión de Ribadavia, en ese instante se entera del peligro que corre su vida, cuando paran al llegar a Melón y oye como un guardián le dice a otro “¿vamos a mear por ellos?”. Hasta entonces María sólo pensaba en hacer arqueo de caja para dejar todo en orden a los que habían venido tomar el municipio, su concepto de la ética y honradez profesional estaba por encima de las circunstancias. De Ribadavia la pasaron a la prisión de Vigo, y también estuvo en Tui donde la habían trasladado para ser interrogada.

Puri y los demás detenidos, los otros miembros del partido socialista, los ingresan en prisión de la calle del Príncipe, allí pasa los días nerviosa, con la sentencia de muerte como una espada de Damocles sobre su cabeza. Compartió prisión con Purita, de 18 años, hija del alcalde vigués Martínez Garrido, a quien no olvidó. La hermana de Purita, Josefina, era la que hacía de correo para las presas pues tenía unas trenzas muy largas donde agachaban notas que entraban y salían de la prisión. Nadie sospechaba de una niña tan pequeña por eso la dejaban pasar.

No quisiera terminar este pequeño relato sin hacerme eco de las palabras de Antonio Mojón Vázquez

El día 31 de octubre a las 16 horas en las inmediaciones del castillo del Castro ejecutaron, el régimen franquista asesino, a Tirso y Jesús, ambos de 49 años, casados y con hijos; Justo, de 27 años, casado con tres hijos pequeños, y Antonio de 21 años, soltero. Todos ellos buenas personas, idealistas y que no hicieron mal a nadie, sólo habían sido culpables de tener un sueño y de ser leales a la República y a la legalidad.

“Xa estamos todos sentados. Somos case trinta persoas do mesmo concello, agardando que outros decidan que será de nós. Xa queda menos tempo para desfacernos da angustia, da incerteza. Ninguén quere perder a esperanza e anhelan que o pesadelo remate axiña. Síntome como no mundo do revés, van xulgarnos aqueles que terían que ser xulgados.

Len e len. Contra todos teñen algunha cousa. Como terxiversan os feitos. Como menten. Aínda non me nomearon, esqueceríanme?, qué poderán alegar na miña contra, se eu non fixen nada”.


CONSIDERANDO.- Que a los mismos efectos y en lo que se refiere al procesado ANTONIO MOJÓN VÁZQUEZ, tiene también en cuenta el Consejo la mayor trascendencia que en este procesado por su cultura y profesión de maestro nacional encierran los hechos por el realizados ya que en su calidad personal necesariamente ha de ejercer influencia evidente sobre aquellos que le rodeaban entre los cuales es indiscutible tiene el cargo, prestigio y autoridad. -Transcripción literal.

“Vaia, a miña falta é ser mestre. Eu que non me comportara de maneira violenta, acúsanme por ser docente. No son tan parvos, decatáranse de que o ensino é un instrumento moi poderoso. Cultura para o pobo famento de coñecemento, para sacalo do engano e do sometemento, eso si mete medo aos que queren impoñer un sistema de opresión pola forza.

Tan orgullosos que estaban todos de min. Con 17 anos mestre, aos 20 anos con escola propia, en Campo Mojado, Asturias. Se non viñera pasar as vacacións na casa, pode que non me atopara nesta situación. ¿Cómo estarán os meus alumnos?, ¿e as súas familias?, ¿resistirán os asturianos?. Agora van ler as condenas ¿cántos anos de cadea terei que sufrir?”.


FALLAMOS que debemos condenar y condenamos a cada uno de los procesados MARIA GOMEZ GONZALEZ, JESUS EUGENIO PÉREZ PÉREZ, TIRSO GOMEZ FREIJIDO Y ANTONIO MOJON VAZQUEZ Y JUSTO MOURE a la pena de muerte.

“¡Pena de morte!, pero ¿por qué?. Eu mesmo entregueime, non quería que fixeran dano a meu pai ou a meus irmáns, ¿qué me poderían facer?. ¡Pena de morte!. Todo o sacrificio da miña familia, o afán do meu mestre, da miña nai, ¿para qué?. Pasado mañá é o meu aniversario, 21 anos, tan só 21. Eu quería que os fillos dos que non teñen recursos tivesen as mesmas oportunidades que os fillos dos ben situados. E iso é o que non me queren perdoar, desexan a miña vida a cambio do meu atrevemento, e vana levar.

Outra vez no cárcere. Rematou o sufrimento por se alguén menciona o meu nome en voz alta cando chega a noite, xa non aparecerei morto nunha cuneta, poderei despedirme dos meus e a eles quedáralles o consolo de darme sepultura. Saberán o como, o onde e o cando do meu asasinato. Outras familias non poderán ter esa sorte.

Queda pouco tempo e teño que despedirme da miña familia, coa pluma que me trouxera meu pai de Nova York. Meu pai, un emigrante máis, nesta terra de emigración, que traballou de ebanista no taller dun xudeu, facendo mesas de billar. Lémbrome que cando había un pouco máis de diñeiro na casa era para libros, para a nosa educación. Que dor para el, ver que o motivo da súa loita é o que me ten aquí pechado, as súas ideas de xustiza, de progreso, o orgullo de ter un fillo mestre”.


Hoy afortunadamente el mundo ha cambiado y vivimos una época democrática donde el debate abierto y constructivo está por encima, o debe estar, de todos estos avatares que han vivido nuestros antepasados, pero la historia es lo que fue y esta no debemos tirarla al cajón del olvido.

No hay comentarios: