viernes, 10 de septiembre de 2010

Volvemos al Cole: Las calorías en la dieta de los jóvenes

Volvemos al Cole: Las calorías en la dieta de los jóvenes.

Nelly Pérez Giráldez

Si queremos hacerlos fuertecitos y tener una vida sana, los padres y la familia debemos aconsejar a nuestros chavales la importancia de la práctica del ejercicio físico, entre media y una hora diaria. Además del ejercicio cuidar la dieta es obligado. Las grasas saturadas presentes en numerosos productos de bollería industrial habituales en la dieta juvenil- afectan de manera negativa a la salud cardiovascular, lo que aumenta el riesgo de trastornos coronarios desde edades tempranas. A sí lo entendió la Xunta de Galicia que este año tomó medidas en esta materia prohibiendo la dispensación de estos productos ricos en grasas en las máquinas de los centros educativos.

Los adolescentes pueden convertirse en elementos fundamentales en la promoción de la salud e impulsar la práctica de actividad física desde la infancia hasta la vejez. Así se mejorará el estado de la población en general. En esto tienen mucho que ver los planes de gimnasio en los colegios y las actividades extraescolares que programen las APAS.

Un reciente estudio de la Sociedad Española de Cardiología evidencia una vez más que los adolescentes prestan poca atención e interés por el ejercicio físico. El modo de vida actual les aleja de estas actividades y potencia las actitudes sedentarias. Así se incrementa el riesgo advertido por la OMS, que calcula que las personas que no practican actividades deportivas tienen el doble de posibilidades de padecer una cardiopatía isquémica, o de morir por un suceso de esta índole, frente a las personas que son activas.

Muchos nutricionistas dicen que la relación con el riesgo de padecer un problema cardiovascular es directa si el consumo de verduras se limita a una ingesta o a ninguna al día. Este riesgo se desarrolla también en los adolescentes y está asociado tanto a una dieta desequilibrada, como a la falta de ejercicio.
Los chicos obtienen un parte importante de la energía de su dieta del aceite, la leche y el pan, aunque olvidan muchas vitaminas procedentes de la fruta y la verdura, consumen poco pescado y además hacen poco ejercicio. Y esto sucede en una etapa de su vida donde el crecimiento es extraordinario, cuando su organismo les está demandando una dieta rica en vegetales, fruta, carne, pescado y leche, es decir, una alimentación equilibrada.

Es un error dejar la alimentación de los adolescentes reducida a bollería industrial y la codiciada por ellos comida rápida: hamburguesas, pizzas, perritos calientes, etcétera. Los padres en casa y los colegios en sus comedores, deben fomentar la ingesta equilibrada predominando a ser posible la conocida como dieta mediterránea, donde el aceite, las verduras, el pescado y las frutas, son básicas, demás del pan y la leche tomados en proporciones adecuadas.

Aprovechemos la vuelta al cole para definitivamente responsabilizarnos todos de la importancia del comer bien y realizar ejercicio regularmente, de esta forma la salud de la sociedad mejorará, se gastará menos en este apartado y se podrá destinar este dinero a otras necesidades.

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